Teresa de Calcuta
(1910 – 1997)
«Nuestra vida, para que sea rica en frutos, debe llenarse de Cristo; para poder comunicar la paz, la alegría y el amor, debe tenerlos dentro de sí, porque nadie da lo que no tiene.»
«Sean gentiles y misericordiosos. Que nadie se acerque a ustedes sin que se vaya luego mejor y más contento.»
«Puede ocurrir que no seamos capaces de dar mucho, sin embargo, podemos regalar siempre la alegría que brota de un corazón que vive una relación de amor con Dios.»
«A los niños, a los pobres, a todos aquellos que sufren y están solos, regaladles siempre el don de una sonrisa; dádles no sólo vuestra atención, sino también vuestro corazón alegre.»
«Preferiría cometer errores con gentileza y comprensión que obrar milagros sin cortesía y con dureza.»
«Una persona llena de alegría predica sin predicar. Una persona alegre resplandece como rayo del amor de Dios, es esperanza de felicidad eterna, es llama ardiente de amor.»
«La alegría es una de las mejores defensa en contra de las tentaciones. Un corazón alegre sabe cómo defenderse de toda inmundicia y el estruendo del demonio.»
«La alegría es para nosotros una necesidad y una fuerza, también desde el punto de vista físico. Una persona que tenga un espíritu alegre se cansa menos y está siempre dispuesto a seguir haciendo el bien.»
«Hagan propia la alegría de amar en la intimidad de su corazón y en cada persona, y compartan esta alegría con todos aquellos que se crucen en su camino.»
«Me congratulo con todos ustedes por el amor que distribuyen a los pobres y por toda la alegría que difunden.»
«Hagan propia la alegría de amar a Jesús en la intimidad de su corazón y en cada persona, y compartan esta alegría con todos aquellos que se crucen en su camino.»
«Pidamos a la Virgen que nos dé su corazón, su corazón tan bello, tan alegre, tan lleno de amor y de humildad, de manera que nos haga capaces de recibir a jesús en el Pan de Vida, de amarlo como ella lo amó, y de amarlo bajo el aspecto adolorido del más pobre entre los podres»