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Meditación Pasiva

La meditación pasiva (2/2)

En un artículo anterior (la meditación pasiva 1/2) te deje ejercicios preliminares a la meditación pasiva los cuales se deben practicar antes de realizar el siguiente ejercicio y así obtener los resultados deseados.

Ejercicio Meditación Pasiva
Siéntese derecho como hizo en la sección anterior (meditación pasiva 1/2)
Mueva cabeza y cuello hacia atrás y hacia los lados para relajarlos un poco.
Haga lo mismo con brazos, manos, piernas y pies. Relájese como pueda. (ver artículo Aprende a relajarte)
Cierre los ojos y respire suave y rítmicamente. Cuando inspire extienda el abdomen, cuando expire recoja el abdomen pero sin esforzarse, tome aire por la nariz hágalo con cierta intensidad.

Ahora expire por la boca sin hacer ruido, inspire nuevamente y expire otra vez recuerde inspire por la nariz y expire por la boca, hágalo unas cuantas veces.
La práctica de la respiración le va a tomar algún tiempo hasta que se sienta familiarizado con ella, lo importante es que sepa que la respiración correcta es la respiración abdominal, la respiración diafragmática, al inspirar expande el abdomen y al expirar contrae el abdomen tal y como respiran los bebes. Esa forma es la manera correcta de respirar.

Mantenga los ojos cerrados no los abras, respire otra vez, inspire, expire de nuevo…
Ahora vamos a hacer la parte central de la experiencia, vamos a empezar a observar los pensamientos, cuando se relaja el proceso natural es que en su mente ocurran pensamientos automáticamente, va a notar que viene un pensamiento, luego viene otro pensamiento, y es perfectamente natural que alguno de los pensamientos atrape toda su atención y lo distraiga de la experiencia.

Cuando se dé cuenta de ello simplemente retome la experiencia, o mejor dicho retome la actitud de estar observando los pensamientos, va a observar los pensamientos como quien se asoma a una ventana y observa a la gente pasar, no importa de que se trate el pensamiento, simplemente lo va a observar, a ver, no lo va a evaluar, no lo va a contradecir, no lo va a seguir, simplemente va a estar absolutamente impasible observando y viendo el pensamiento, ese es la técnica correcta de la meditación.

Cuando estás haciendo esto como yo te digo, permites que la mente se vaya vaciando sola porque lo que va a suceder con el tiempo con la práctica es que cada vez van a surgir menos pensamientos y entre un pensamiento y otro va a haber un bache de vacío que es el que produce el verdadero descanso del sistema nervioso, un descanso mucho más profundo, liberador de tensiones como no lo es el sueño ni ninguna otra experiencia de reposo que hallas podido tener.

Antes de finalizar y dejarlo a solas con sus propias experiencias tenga en cuenta dos cosas muy importantes:
1.- Que la técnica de la meditación toma tiempo en dominarse.
2.- Que no se trata de controlar nada sino simplemente observar impasiblemente como un testigo mudo el flujo natural de pensamientos.

Es así de sencillo la meditación un proceso natural de vaciado del contenido de la mente y esto se logra simplemente siguiendo el proceso normal de producción de pensamientos, el movimiento natural de la mente es de producir pensamientos, cuando no te involucras con los pensamientos sino que simplemente es testigo de los pensamientos lo que resulta es que la mente comienza a detener el flujo de pensamientos y así el sistema nervioso comienza a tener un verdadero descanso.

Ahora haga su primera experiencia durante 5 minutos.

La práctica de la meditación deberá repetirla mañana y tarde por una semana de allí en adelante continuará practicando todos los días incrementándole el tiempo de práctica inicial de 5 minutos por semana hasta alcanzar un máximo de 20 minutos dos veces al día.

Si realizó las prácticas introductorias a la meditación y el ejercicio previsto para lo que he dado en llamar meditación pasiva; si ha seguido correctamente las instrucciones, en este momento, aunque esté aún muy lejos de ser un meditador entrenado, ya debe estar consciente de que cuando se cierran los ojos y se comienza a observar el contenido de la mente, la experiencia normal es que los pensamientos más variados e inconexos se presenten uno tras otro en secuencia infinita.

También debió darse cuenta de que al presentarse distintos pensamientos en su conciencia, alguno pudo llenarla totalmente, apoderándose por completo de su atención por un tiempo determinado. Cuando esto sucede, quedas fuera de la meditación y vuelve al estado habitual en que vive normalmente. Es decir, con su conciencia atrapada por los pensamientos y llena de los sentimientos que ellos generan al brotar en su mente. De se cuenta de que si bien para ti esto es lo normal, pues así ha vivido toda su vida, para el meditador no lo es, porque él ha descubierto cómo funciona la mente y sabe cómo actuar o más bien dejar de actuar para mantener su estado meditativo desasociado y objetivo.

Haré hincapié en el tema de la meditación pasiva, pues esta práctica es fundamental para todo el aprendizaje espiritual en general y para el éxito. (esto lo vera y experimentara en los próximos artículos)
Es prácticamente imposible avanzar fructíferamente por los caminos de lo espiritual si no se comprende la meditación pasiva y no se la practica debidamente.

Si ha hecho correctamente sus sesiones, ya sabe que cuando irrumpe un pensamiento en su conciencia y no reacciona; es decir, no evalúa, contradice, apoya o rechaza ese pensamiento, sino que permanece impasible observándolo, al poco tiempo éste desaparece sin dejar rastro. Inmediatamente hay una pausa; una especie de bache en el que no hay pensamiento alguno y luego, súbitamente, aparece un nuevo pensamiento.

Como le he explicado reiteradamente y como a estas alturas debe conocer por experiencia propia, con frecuencia alguno de dichos pensamientos por su tema y por la reacción emocional que produce, acapara totalmente su atención, llenando su conciencia de las imágenes y sensaciones que trae consigo.

Te quedas entonces ensimismado, concentrado en dicho pensamiento reviviendo toda la situación que contiene el mismo. Eso es lo que llamamos vivir en la cabeza, con la atención enfocada en los pensamientos e ideas y no en los hechos.

En cambio, cuando tomas la actitud meditativa correcta y simplemente observa el proceso de generación de pensamientos impasiblemente, como si estuviera asomado a una ventana por donde se ven lejanas figuras pasar, verá que uno a uno éstos se van diluyendo al no contar con el abono indispensable para su desarrollo, que le brindan atención, sentimientos y emociones.

Luego de algún tiempo, su mente se irá relajando progresivamente y producirá menos pensamientos. Cada vez, la pausa entre pensamiento y pensamiento, será más larga. Y eso es lo importante, pues es allí donde está el verdadero descanso de todo el sistema nervioso. Además, sólo en una mente serena, relajada y tranquila como las apacibles aguas de un lago interior, es donde puede darse el contacto con lo real, con lo verdadero; con lo que no es creado por pensamiento ni idea alguna, sino que es real en sí mismo y por sí mismo. Sólo la mente aquietada es sensible a toda la sutil belleza de lo que siempre se renueva, de lo eterno que está escondido detrás de lo temporal.

La práctica de la meditación es muy sencilla y tenga por seguro que puedes realizarla cabalmente. La meditación no es un ejercicio difícil sino simplemente una experiencia diferente.

Las etapas básicas para lograr una buena meditación son tres:

Respiración:
Este punto ya fue explicado anteriormente en el articulo ¿sabes respirar?.

Relajación:
Este punto ya fue explicado anteriormente en el articulo aprende a relajarte.

Actitud:
He hablado en detalle de la actitud y no me cansare de repetir que la buena meditación depende de una correcta actitud. Esta no es otra cosa que estar en la disposición de observar el contenido de nuestra mente sin interferir, ni tratar de cambiarlo. Sin aceptar ni rechazar. Esta actitud impasible de lejano observador, es justamente la correcta, pues es la que tiene como resultado que la mente se desacelere produciendo cada vez menos pensamientos y con ello una mejor meditación.

Una advertencia: jamás se diga a sí mismo que esto es difícil para usted. No acepte esa idea, de hacerlo se estaría auto-saboteando, e impidiendo todo progreso. Tenga confianza: Tú también puedes hacerlo. Todo va a salir muy bien.

Disculpé el lector lo repetitivo que he sido en este tema, pero es que la cabal comprensión y práctica de la meditación pasiva es fundamental para todo progreso espiritual y exito.

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