respirar
Meditación,  Respiración

¿Sabes respirar?

Algo que es vital para nuestro organismo, ya que no podemos prescindir de él, es el oxígeno, el aire que respiramos. El ser humano (y todo animal, en realidad) puede subsistir días sin comer, sin dormir, pero no sin respirar. Ello nos demuestra que este fluido es vital e imprescindible para nuestros pulmones.

Nuestra vida es una combustión lenta, ya que nosotros quemamos los alimentos que ingerimos, fácil nos será comprender que, en la misma forma que el fuego no puede subsistir si carece del aire para su combustión, nuestro organismo tampoco puede subsistir sin el oxígeno que alimenta nuestros pulmones para su lenta combustión.

De todos es sabido que el aire puro es mucho más beneficioso que el viciado de una ciudad; que fumar es perjudicial; que respirar nerviosamente, sin ritmo, espasmódicamente, sólo asegura una mala ventilación y propicia el desequilibrio de la salud.

Ahora cabe preguntarse: ¿sabes respirar?. Pensarás que sí. Sin embargo, en la mayor parte de los casos la respuesta debería ser negativa, pues pocas personas saben respirar. La vida diaria y sus complejidades, el intenso trajín en la oficina, han ido relegando la correcta respiración al rincón de las cosas más olvidadas.

Si queremos poner en práctica un método para poder alcanzar ese equilibrio en nuestra vida necesitaremos saber aprovechar al máximo la capacidad de los pulmones para captar oxígeno.

Por lo tanto, lo primero que deberás hacer será aprender a respirar. Para ello voy a enseñarle cuál es la respiración que se práctica entre los iniciados de Oriente.

Esto te permitirá ganar en salud, en celeridad mental, llevará una corriente vivificadora a todo tu organismo y, en consecuencia, obtendrás de este sistema de respiración los saludables beneficios de los cuales surgirá una mayor potencialidad psicológica, que vivificará y tonificará tu cerebro.

El propósito de la respiración es la movilización de energía.

Antes de comenzar debo aclarar que tu respiración debe ser diafragmática, es decir, cuando tomes oxigeno, debes expandir el abdomen tal y como hacen los bebes. Al expirar o expulsar el aire, deberás sumirlo. En dos palabras: cuando inspires saque el abdomen, cuando expires, contráigalo, pero sin esforzarse. No olvide esta forma de respiración cuando haga el ejercicio.

Como ya lo he comentado anteriormente la correcta respiración es fundamental para gozar de un cuerpo sano y de una vida espiritual igualmente sana.

A continuación vamos a practicar una técnica de respiración cuya utilidad la veras día a día durante el resto de tu vida si es que decides practicarla y hacer de ella un buen habito.

La práctica de la respiración le va ha tomar algún tiempo hasta que se sienta familiar con ella, lo importante es que sepa que la respiración correcta, es la respiración abdominal, la respiración diafragmática, al inspirar expande el abdomen y al expirar contrae el abdomen tal y como respiran los bebes. Esa forma es la manera correcta de respirar.

Ejercicio #1
Una vez levantado, se colocará frente a una ventana abierta para respirar. Si el día es muy frío, te pararás sobre una alfombra, una frazada o un diario. La ventana estará ligeramente entornada para no recibir el aire frío de golpe y directamente sobre el cuerpo.

fig1

De pie, con los brazos caídos en forma natural a tus costados (fig. 1), respire el aire por la nariz manteniendo la boca cerrada. Al mismo tiempo que llenas tus pulmones, irás levantando tus brazos a los costados con la palma de las manos hacia abajo hasta alcanzar la altura de tus hombros (fig. 2). Al llegar a esta posición ya habrás llenado tus pulmones con el aire que inspira. Ahora, abriendo la boca, sorba de una vez y con fuerza todo el aire que pueda, cerrando la boca en seguida. Esta operación llevará aire hacia el estómago, haciendo presión interna sobre el plexo solar (pecho).

Deje ahora salir el aire de los pulmones por la boca, mientras tus brazos bajan lentamente a los costados, o sea a la posición inicial.

Repita este ejercicio al levantarse cada mañana, pero realizándolo sólo tres veces. No más, pues es muy fatigante. Tendrá la virtud de llevar oxígeno a partes o sectores de tu organismo donde jamás había llegado aquél.

Esta técnica la he prácticado durante años y se las recomiendo ya que mejorará tu estado general, distribuirá mejor el torrente sanguíneo por tus órganos, comunicándoles mayor vitalidad contribuyendo así a su mejor funcionamiento.

Ponla en práctica ya y cuentame en los comentarios como te va…

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