¿Somos seres condicionados?

Al igual que el resto de los animales que habitan la tierra, estamos programados tanto por nuestra naturaleza biológica, como por el aprendizaje. Y es este aprendizaje lo que en última instancia nos diferencia del resto de los seres vivos.

Los seres humanos somos capaces de aprender, de darnos cuenta y con ello, de modificar nuestra conducta. Para bien o para mal.

El problema es que la mayor parte del aprendizaje no es voluntario y lo peor, casi nunca consciente. Estamos bombardeados por información proveniente de la sociedad, la familia y los medios de comunicación, los amigos, etc., que influye poderosamente en la conformación del contenido de nuestras mentes.

La historia de la humanidad está fundada en la manipulación de la información por parte de unos pocos, para someter a la mayoría. Para que ésta obedezca ciegamente y se deje matar en las guerras, o se convenza de que es diferente de este o aquel grupo de seres humanos.

Y la mayoría lo cree. Esta manipulación ha hecho que entre nosotros impere la división: yo soy esto, tú eres aquello. Nos creemos diferentes y por lo tanto nos alejamos, enemistamos y matamos.

Nuestros cerebros están llenos de ideas, de conceptos que por lo general otros han inventado y que la mayoría seguimos a pies juntillas. Somos, como decía Krishnamurti, seres de segunda mano.

Los políticos y los filósofos han pretendido que la realidad se ajuste a sus ideologías. Pero afortunadamente la realidad es tozuda y se comporta como es y no como los ideólogos pretenden. Y esto no es nada gracioso: ha costado mucha sangre y por lo visto, seguirá costando mucha más sangre aún.

Lo grave es que no nos damos cuenta de nuestro condicionamiento. Pensamos que somos como somos, que actuamos como lo hacemos, porque esa es nuestra naturaleza. «Yo tengo mal carácter» «Yo soy así» (Especialmente esta última frase se dice para no tener que responsabilizarnos por algún atropello cometido contra alguien) «Yo soy muy generoso», nos repetimos con frecuencia.

La realidad es que la mayoría de esas conductas son aprendidas y reforzadas por el medio ambiente. Nadie nace bravo o de mal genio. Un bebé seguramente podrá ser más o menos dominante, pero son los padres los que lo van a programar diciéndole, tanto a él como a terceros delante del niño: «Este niño tiene mal carácter, es muy bravo» y acto seguido esa tercera persona dirá: «Así es como debe ser, para que lo respeten».

¿Le suena familiar esto?. Seguro que sí. Bueno, así es como surgen los condicionamientos. Esa información queda grabada en el cerebro del niño y como no hay evaluación por su parte, dada su edad e inmadurez, dicha información cristaliza en la memoria y pasa a formar parte de la estructura básica de su personalidad.

Ahora aplique este proceso a millares de mensajes provenientes de familiares, colegas, amigos, enemigos, compatriotas, extranjeros, lecturas, películas, telenovelas, etc, etc, durante toda una vida … y pregúntese: ¿Qué es lo original y legítimamente mío que hay en mí?.

Estamos condicionados, no somos libres, vivimos atrapados por nuestras propias creencias. Liberarnos completamente de toda atadura es tarea que han emprendido muchos místicos de todas las culturas y épocas, pero que han alcanzado apenas un puñado de ellos.

Nosotros que no somos místicos, quizá debamos conformarnos con cambiar los condicionamientos negativos por otros positivos, que si bien no nos conducirán a la iluminación espiritual, harán que nuestro paso por la tierra sea más amable y productivo.

El tema es sin duda complejo pero fascinante. Le recomiendo al lector aproximarse a Krishnamurti, quien trató esta temática de manera incomparable. Es muy fácil conseguir sus libros en cualquiera buena librería.

De todas maneras, no hay que desesperanzarse, es posible que uno mismo se libere de viejos condicionamientos, gracias a la reprogramación lograda a través de la meditación activa (esta la trataré en otro articulo).

Reprogramación para el exito:
Son tres las acciones básicas, indispensables, que debemos realizar para podernos desprender de viejos hábitos y creencias que nos impiden alcanzar una vida exitosa y plena, libre de condicionamientos adversos. Dichas acciones son:

Visualización, Constancia y Actitud

La visualización es la única de estas acciones que realizaremos en nivel Alfa, ya que las otras dos las desarrollaremos en nivel Beta.

Visualización:
Le dedicaré un articulo al estudio de la visualización, ya que es una de las más poderosas técnicas que conozco para transformar el contenido de nuestras mentes.

Por naturaleza los seres humanos somos animales visuales. Las impresiones que llegan a través del sentido de la vista, nos causan mayor y más profundo impacto que las provenientes de los otros sentidos. Por ello, el dominio de la técnica de visualización es fundamental para lograr con éxito las reprogramaciones que se intente realizar.

Constancia:
A pesar de que la visualización es la piedra angular para obtener una efectiva reprogramación, es absolutamente indispensable la repetición de los ejercicios 2 ó 3 veces al día, por el tiempo necesario hasta que se produzcan los resultados deseados. La razón es simple: la cantidad de energía irradiada por una mente sin mayor entrenamiento es débil y por lo tanto su efectividad muy baja. Las sucesivas repeticiones tienen un efecto acumulativo en el nivel sutil de la conciencia; es decir, el plano al que usted se conecta cuando visualiza dentro del rango de frecuencia.

Actitud:
Sea cual sea el deseo, requerimiento o modificación de conducta que usted esté, visualizando, deberá actuar de antemano como si ya hubiera obtenido lo que solicita.

Esta actitud correcta, le permitirá internalizar por adelantado el cambio que se está proponiendo lograr.

Otro detalle importante: una vez que haya concluido sus ejercicios de visualización, olvídese del asunto y no lo retorne durante el resto del día en su actividad normal. Rebajaría automáticamente la efectividad de su trabajo.

Además, cuando usted le envía al infinito su deseo apropiadamente, hay que dejar que éste retorne una respuesta sin que usted interfiera. El infinito es inteligente, déjelo actuar a su manera.

Con la reprogramación mental podrá modificar hábitos perjudiciales como comer y beber en exceso. Podrá eliminar conductas negativas como inseguridad, timidez, tendencia a fracasar en los negocios, etc.

En resumen, lo que usted debe hacer siempre, sea cual sea el hábito, conducta o situación a cambiar es:

Visualizar la situación negativa, viendo y sintiendo el perjuicio que le causa. Sustituir la imagen de la pantalla poniendo en su lugar la situación positiva que también no sólo verá, sino que igualmente vivirá y sentirá al máximo. Por último, entregar esa imagen al infinito, para que sea absorbida por la Energía del Universo.

Aunque todo lo que le he comentado pueda sonar algo místico, realmente funciona si se aplican estas tres acciones básicas.

Póngala en práctica y coménteme sus resultados ya que estoy para ayudarlo.